Awww...
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Me duelen mis flacas piernas, ¡¡y las nalgas también!!
Anoche por fin cumplí con la profecía de ejercitar mi pesada humanidad. Corrí y corrí por 45 minutotes en la pista de atletismo. El clima estaba convenientemente fresco, un nuevo frente frío según escuché en las noticias.
Estrené tennis nue-ve-ci-tos (pendejo, ni modo de estrenar tenis usados, ¡¡plop!!). Y comprobé que el desorbitante precio que pagué por un par de playeras de archi-mega-ultra-alta tecnología valió la pena. ¿Sabian que la tecnología Dry-Fit significa que los microporos de la tela permiten que... ok, ok, ok, entiendo, el dato técnico no les interesa.
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El caso es que hoy en la oficina anduve todo adolorido. Pero es ese tipo de dolor muscular con el que el cuerpo te dice que entrenaste correctamente. Ya saben: Sin dolor no hay victoria.
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El equipo de trabajo en la oficina también está corriendo.
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El primero en renunciar fue el jefe, se fué a trabajar bajo las órdenes de... de... de... ¡ah caray! ¿cual es el parentezco? "La tia de tu esposa" ¿de que te toca?... achttt, no sé. El caso es que el jefe corrió.
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Eso significó que mi compañero (el anciano bigotón) corrió al puesto de jefe, y obvio, su lugar quedó vacante.
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Luego, la otra compañera, la que se comia las uñas, también corrió. Le sonrió la suerte y obtuvo su anhelado cambio de área y ahora se encuentra en... en... en... ¿A donde chingados se fue? Bueno, el caso es que ella ahora está en un área donde podrá desarrollarse con más plenitud.
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También está el caso de la secretaria, desde hace algunos meses trae genio de perro enojado y nos promete que dentro de unos cuantos meses conseguirá su pre-jublitario con derecho a pension y con la raiz cuadrada en prestaciones, menos el cateto, mas la hipotenusa de no-se-que pinche enredo administrativo me explicó (que no le entendí). El chiste es que ya mero correrá.
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Y hoy me enteré que la maestra (otra compañera) ya está tramitando su cambio de área. Resulta que mientras esté comisionada a una oficina no puede aspirar a un mejor sueldo. Así que sabiamente correrá a la docencia para hacerse de unos cuantos billetes más. Bien por ella, ojalá le vaya bien.
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En conclusión el equipo de trabajo que conocí durante cuatro años acaba de hacer ¡¡¡PUFF!!! y está desapareciendo.
El único guey pendejo que sigue aferrado a su puesto SOY YO!!
Lo sé, lo sé, debo buscarme otro trabajo.
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Ya estuvo bueno de tanta basura... Mejor ya me voy a la pista de atletismo a correr, y mañana de comision al DEEFE.
pues si, a usar los tenis para correr a buscar otro trabajo...
no queda de otra