Por fin Lola ha regresado a sus clases de la maestría… Por lo tanto, me ha tocado estrenarme como papá soltero y cuidar a Tiffy yo-so-li-to. Empecé ayer, con una jornada ligera de 2 horas.
.
El plan era llevar a Lola a la universidad, volver a casa con mi pequeñita y esperar el regreso de Lola un par de horas después. Con un poco de suerte Tiffy se quedaría dormida y yo tendría un par de horas perfectas para avanzar en un proyecto pendiente de carpintería… ahí, en el patio de mi casa.
.
Armado con tres pañales, un biberón y una enorme pañalera recibí un mega curso exprés sobre cómo cuidar un bebé. En cinco minutos Lola se aseguró de recordarme como ponerle crema, como calentar el biberón, cómo hacerla eructar y… y… y creo que estuvo a punto de explicarme la forma correcta de ponerle sus calcetines, pero se le acabó el tiempo… Ufff… menos mal.
.
“Si, si, si… no te preocupes… vamos a sobrevivir”
.
Por fin dejamos a Lola en la universidad… ¡¡Agárrate Tiffy!! Estoy seguro de que esto va a ser toda una aventura. Mientras conducía de regreso a casa pude confirmar una teoría: A las mujeres les encanta pasear. Tiffy encontró muuuy confortable su portabebé. No le importaron los baches, los topes, el ruido, los frenones o las vueltas… ella durmió plácidamente mientras paseaba en la camioneta… ¡¡Como un bebé!!
.
En cuanto llegamos a casa me di cuenta que sus enormes ojos chinitos ya estaban abiertos. Dicen y aseguran que ella aun no puede ver, pero yo creo que ya puede distinguir muchas cosas… como la ausencia de su mamá.
.
Tuve la genial idea de poner a Tiffy en su portabebé frente al televisor… Creí que estaría cómoda y que la tele con sus colores brillantes le resultaría agradable… pero no fue así, supongo que la novela de las 8:00 pm no le ha gustado para nada… ¡¡Ops!!
.
Esta jovencita tiene que aprender a ser más flexible con su inexperto papá.
.
En apenas 5 minutos se le acabó la paciencia y se soltó en llanto… Uyyyy. ¿Qué decía Lola cuando NO le hice caso? Arrgghhh…
Descubrí que encontrar el calentador, enchufarlo, ponerle agua y entibiar un biberón mientras cargas un pequeño bebé es harto difícil. En especial si lo haces con un solo brazo y con los oídos sordos por el llanto. ¡¡¡Ñaaaa!!! Le expliqué a Tiffy que se tarda 5 minutos en alcanzar la temperatura correcta pero… ¿qué creen? No le importó. Ella lloraba aún más fuerte.
Ay carambas… La onza que me dejó Lola se acabó asombrosamente rápido. Tiffy no me dijo con palabras que quería más pero créanme, ella fue clara y contundente: ¡¡¡Ñaaaaa!!!
¿Se acuerdan que nomás calentar el biberón estuvo harto difícil? Ahora imagínenme preparando la fórmula de leche en medio de ese mismo caos…
.
Hacerla eructar fue fácil… Lo malo es que de inmediato tuvo la idea de reacomodar el contenido de sus tripitas y lo que sobraba fue a terminar en su pañal. ¡¡Diablos!!
Me ha sido muy fácil leer y entender el instructivo de cualquiera de mis maquinas, pero las instrucciones para la instalación de un nuevo pañal se quedaron en la casa de los abuelos. Mientras intentaba descifrar cual es el frente del pañal Tiffy sintió frío… si, sintió frio y se hizo pipí en el sofá de $18,000 pesotes… Lola se va a enojar… se va a enojar… se va a enojar.
.
¿Se acuerdan que a Tiffy no le gusta sentir las toallitas húmedas porque están frías? Pues a mí se me olvidó… Así que nuevamente escuché esa cancioncita que dice así: ¡¡¡Ñaaaaa!!!
.
Afortunadamente logré que Tiffy se relajara y dejó de llorar unos cuantos minutos antes de que regresara Lola…
Lola: ¿Y cómo te fue con tu hija?
Yo: Bien, muuuy bien. Sin novedad.
Y no se dio cuenta del sillón?. Ya te imagino!! dejando todo listo para que Lola no se diera cuenta de nada, yo creo que Tiffy no te va a hechar de cabeza.
Un abrazo.